ÁGATA

La energía del ágata es poderosa y constante, con una vibración suave que invita a una danza prolongada con su esencia. Deja que este mineral te acompañe durante un largo viaje para realmente sentir su magia.

Las buenas energías del ágata te ayudan a aceptar tu ser tal cual es, mejorando tu autoestima y devolviendo la fuerza emocional. Este cristal es un maestro sanador de los sentimientos, disipando la ira y brindando soluciones a situaciones agobiantes.

El ágata tiene la capacidad de revelar verdades ocultas que nos impiden avanzar. Ofrece protección en los negocios y en el hogar, y te envuelve en una capa de seguridad. Espiritualmente, eleva tu conciencia y te conecta con la conciencia colectiva, limpiando tu aura y transformando las energías negativas en positivas.

Con su energía armoniosa, el ágata promueve relaciones saludables y facilita la comunicación, permitiendo que amigos y familiares comprendan tus necesidades mientras tú aprecias las suyas. Mejora la concentración, la memoria y tu estado mental, equilibrando la energía femenina y masculina.

Para limpiar el ágata, realiza movimientos circulares con el humo de incienso, benjuí, salvia, palo santo o copal. Una forma bella y efectiva es usar las vibraciones de cuencos tibetanos. Luego, cárgala bajo la luz de la luna llena o la luz del sol, y siente cómo se revitaliza su energía.

AGATA MORADA